Lo creas o no, el vidrio está hecho de arena líquida. Puedes hacer vidrio calentando arena ordinaria (que en su mayoría está hecha de dióxido de silicio) hasta que se derrita y se convierta en un líquido

Cuando la arena fundida se enfría, no vuelve a convertirse en la materia amarilla arenosa con la que comenzó: sufre una transformación completa y adquiere una estructura interna completamente diferente. En cambio, se convierte en una especie de líquido congelado o en lo que los científicos se refieren como un sólido amorfo. Es como un cruce entre un sólido y un líquido con algo cristalino.

El vidrio es un material tan popular en nuestros hogares porque tiene todo tipo de propiedades realmente útiles. Además de ser transparente, es barato de hacer, fácil de moldear cuando está fundido, es razonablemente resistente al calor cuando está fraguado, químicamente inerte y puede reciclarse.

El vidrio está en todos lados, en un edificio moderno, en tu oficina o escuela, etc. Pensamos en el vidrio como quebradizo y frágil, pero lo endurecemos de la manera correcta y hacemos paredes, pisos, techos y escaleras; las tiendas muestran sus mercancías a través de enormes paneles laminados y pulidos a la perfección, por ejemplo.

Y eso es solo una pequeña selección de las cosas que el vidrio hace por nosotros. Hay muchos más lugares que encontrarás escondidos. Es claro, limpio, atractivo, barato, fuerte y efectivo. ¿Qué más podrías querer? El vidrio es uno de esos materiales mágicos que damos absolutamente por hecho, pero es parte importante de nuestra vida diaria.